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sábado, 13 de junio de 2009

Los riesgos de una investigación imparcial...

Confían dueños de guardería se realice investigación imparcial
Según los diarios, Alfonso Escalante Hoeffer, socio de la guardería ABC, en una rueda de prensa ofrecida ayer, aseguró que sí confían en la Federación para que realice una investigación imparcial.
Mencionó que hoy por la mañana se enteraron por los medios de comunicación que la guardería no cumplía con los requisitos establecidos por el IMSS, en cuanto a las guarderías subrogadas, pero fue claro al señalar que siempre se ajustaron a los requisitos y condiciones establecidos durante los ocho años de operación de la estancia infantil.
Afirmó que esperarán a que la investigación coloque los hechos en su lugar y aparezcan los responsables de la tragedia. Se acabó la nota, pero...
Me parece que el Alberto Escalante Hoeffer no sabe qué significa investigación imparcial, y convendría decirle que investigación imparcial es que nadie lo va a proteger (ni su dinero ni su apellido ni su filiación política ni sus componendas hacia adentro ni sus corruptelas hacia afuera... si hubieren, claro, mmm...); que se verán todas las variables posibles en este trágico suceso y que muchos datos desde ya, por simple lógica, apuntan a que los dueños de la guardería, pese a "cumplir con los requisitos" (que son valores entendidos cuando los propietarios se hablan de tú con los fiscalizadores), obligadamente tendrían que haber visto que muchas cosas no funcionaban, funcionaban de manera irregular y/o representaban un alto riesgo para la salud y vida de los infantes y trabajadores de la guardería. Sin ser catastrofista ni adoptar una actitud de linchamiento, puede concluirse que ahí radica parte de la explicación de la desgracia.
Claro que esa lógica sólo funciona si los dueños de la guardería visitaban de cuando en cuando el local, porque de seguro que en sus domicilios particulares esos factores de riesgo no existen pues ahí quienes están en riesgo de perder la vida no son los hijos de otros, simples asalariados, sino sus propios hijos: Hoeffer, Escalante, Salido, Gómez del Campo, Serrano y demás apellidos de oropel...
(Foto de Julián Ortega)