Trova y algo más...

lunes, 21 de febrero de 2011

Los faraones mexicanos y la basura en El Cairo...

Dicen los expertos en estudios del Medio Oriente que las grandes diferencias entre Egipto y México radican en que mientras que allá mantienen a las momias de los faraones en los museos, en México las momias de los faraones dirigen o son parte importante de los partidos políticos (de todos los partidos políticos, hasta del que apenas se está gestando), con lo que frenan el desarrollo democrático de nuestro país.

Otra diferencia (aunque en esto no estoy muy seguro) es que la basura la dejan fluir para que se vaya solita al bote de los desperdicios, por eso no se quedaron con Carlos Loret de Mola.

Y es que este pseudo periodista fue a Egipto a tratar de ver qué aprendía de la revuelta social de aquel país (ya no hablemos de su historia milenaria, que es mucho pedirle al Loret de marras) y con el tradicional sometimiento de Televisa evitar que aquí se genere algo igual, que para eso son muy buenos los medios en México, sobre todo las televisoras, que no quieren perder sus concesiones.

El caso es que, según sus propios twitterazos (a lo que se ha reducido la comunicación, ¡my dog!), Carlos Loret de Mola “informó” que fue detenido por algunas horas a su llegada a El Cairo, Egipto, en donde realiza una “cobertura informativa”.

Al más puro estilo de Lady Gaga y Felipe Calderón, guardando las respectivas distancias, dice el tipo ése que la detención la hicieron "vigilantes" ciudadanos, y luego compartió algunas fotografías que tomaba a escondidas mientras “lo mantenían retenido” junto a sus compañeros en la parte trasera de un taxi (aunque habría que aclarar eso de “en la parte trasera del taxi”, ¿sería en la cajuela o en el asiento trasero?, porque si fue en la cajuela, pues ya me imagino las fotos que tomó: la llanta de repuesto, el gato, la cruceta, alguna maleta, una lata de aceite y cosas de esas verdaderamente interesantes para su público; y si fue desde el asiento, pues le tomó fotos a los transeúntes y a los edificios, porque la revuelta callejera se acabó hace más de una semana: o sea, como que llegó tarde el amigo a Egipto... ¿o le daría miedo ir cuando estaba todo bien peligroso? que conteste su tribu).

De ahí fueron trasladados a una instalación militar donde los dejaron incomunicados, ya que los militares les quitaron sus celulares.

Más tarde Loret de Mola y el grupo que lo acompaña fueron liberados, y agradeció a todas las personas que estuvieron al tanto de su detención a través de la red social, que al final se trataba justo de esto último: de apendejar a sus followers (o seguidores, para decirlo en yaqui) y mantenerlos con la baba como yoyo, lo que nos recuerda el “secuestro” de Diego Fernández de Cevallos y sus ganas de levantar cortinas de humo y atraer la simpatía de los mexicanos. Jaja.

Como sea, hay cosas que habría que aclarar aquí, y convendría que el Loret ahondara en ello:

1. En Egipto no hay vigilantes ciudadanos.

2. Tomar fotografías con celular en la parte posterior de un taxi y después enviarlas por twitter no es hacerlo “a escondidas”, como señala el figurín.

3. Los militares en Egipto ahora mismo están más preocupados por delegar el relevar el poder al pueblo que por detener a un grupo de tontos que se dedican a entumir el libre albedrío de los mexicanos.

4. Quitarle los celulares, como dice en Loret que les hicieron (los voy a acusar con mi papá, buuu) no es dejarlos incomunicados: es, por una parte, restarles la capacidad de influir negativamente en la población y, por la otra, hacer que piensen y platiquen entre ellos, los integrantes del supuesto grupo de presuntos periodistas, lo que lógicamente no los mantiene incomunicados: ya si ellos no se saben comunicar entre sí, pues eso no es culpa de los egipcios (como perversamente intenta decirnos el Loret, sino de su propia imbecilidad).

5. Y el hecho de que los “militares egipcios” los hayan dejado en libertad no significa que se les hayan tenido miedo a Televisa y a Loret de Mola, sino que (supongo yo, que los lunes soy medio cabrón) se dieron cuenta de que la basura callejera debe levantarla el servicio de limpia municipal, vía barredoras. Así que... a otro hueso con ese perro... ¿o será al revés?

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domingo, 20 de febrero de 2011

Hay otro tipo de knockouts...

Julio César Chávez dijo ayer por la noche, en la transmisión de Box Azteca —donde, por cierto, el que no cae, resbala—, mientras narraban el encuentro de Nonito Donaire y el KO-chulito Montiel:

- "Le pegó un tremendo zurdazo de izquierda...

- Psí —dijimos todos—, así fue... un tremendo zurdazo de izquierda...

Y KO-chulito se fue a la lona, con lo que quedaba del juicio de Chávez, el gran campeón mexicano —como le llaman los jilguerillos baratos de TV Azteca...

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lunes, 14 de febrero de 2011

Poema de amor: "El más feliz de los chorritos...

Eres el tomate de mi más tierno hot-dog,

el vaho que me empaña suavemente los anteojos,

la rasquera que me agarra, allá abajo, en el talón,

la gasolina de mis últimos kilómetros.

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Eres el six pack más helado del expendio,

la cama que me arropa, las garras que me cubren,

el primer rostro de la noche, cuando agarro el sueño,

y el frío que me agrede cuando me falta tu lumbre.

...

Eres el pasajero de mis sueños que hoy no compró boleto

y que tendrá que volver mañana a mi ventanilla

con el mismo rostro, las mismas manos y el mismo resto

que hace que me derrita como al calor la mantequilla.

...

Eres la canción que me gustaría bailar,

el trago de tequila que embriaga con sólo olerlo,

el comercial que me lleva hasta ti, el comercial

que se te parece, pero que no recuerdo.

...

Eres el último chorrito de orín por las mañanas,

el último, el más feliz de todos los chorritos,

el espejo que refleja esas ganas de ti, esas ganas

de ir hasta ti, sacudirte, estremecerte y quedar ahíto.

...

Eres, en fin, el total de mis carencias,

todo lo que pude ser y que no he sido

(y que no va a ser nunca, lo dice la experiencia:

al agua y al aceite juntarlos no han podido).

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Eres el tomate de mi más tierno hotdog,

Enamorarse es una chinga científica...

"Enamorarse apasionadamente es algo que va mucho más allá de un sentimiento. No se trata únicamente de un instinto básico, es un proceso cognitivo, intelectual y sofisticado", afirma, en conversación exclusiva con "Historias del lado sucio", Stephanie Ortigue, neuropsicóloga de la Universidad de Syracuse, en Estados Unidos, quien se especializa en ciencia cognoscitiva, electrodinámica cerebral y relaciones interpersonales.

Por su parte, Helen Fisher, antropóloga de la Universidad de Rutgers en EE.UU., señala también en exclusiva para esta bitácora electrónica, que en la atracción romántica actúan tres factores: el impulso sexual, los sentimientos de apego profundo y el amor romántico, que se manifiestan con "unas ansias intensas de lograr una conexión emocional que va más allá de una relación sexual, una fuerte motivación para conquistar a la persona que te atrae y que se convierte en obsesión".

A ver —como dijo el vouyerista asesino de mujeres de la vida galante allá en Londres; o sea Jack "El destripador"—: vamos por partes:

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Cuestión de química

"Generalmente la persona se enamora de alguien que se parece a sí mismo, que comparte su religión, valores e intereses, que tiene un nivel educativo y una apariencia similar y proviene del mismo entorno socioeconómico", dice la antropóloga, quien se dedica al estudio de la sexualidad humana y la formación de lazos entre parejas.

No obstante, argumenta Fisher, hay cuatro "personalidades biológicas" que determinan por qué unas personas se sienten atraídas a otras; es lo que se conoce como química entre una pareja.

La primera "personalidad biológica" incluye a gente que tiene altos niveles de dopamina, que se caracteriza por ser creativa, curiosa, arriesgada, energética, espontánea y flexible. Estos se sienten atraídos por quienes posen las mismas particularidades.

La segunda está integrada por aquellos que son sociables, tranquilos, ordenados, meticulosos, prudentes, tradicionales, que siguen las reglas y respetan la autoridad, lo que indica que poseen mucha serotonina. Ellos se fijarán en individuos que exhiban los mismos rasgos.

"Sin embargo, en las últimas dos, en las que predominan elevadas cantidades de testosterona o de estrógeno, ocurre lo contrario. Al primer grupo se le identifica porque son directos, decisivos, tercos, analíticos, escépticos y buenos con los números. Al segundo por ser idealistas, emotivos, intuitivos, dulces, fácil de tratar y buenos para comunicarse con los demás", señala.

Así, quienes tienen mucha testosterona buscarán a quienes tienen mucho estrógeno. Y viceversa.

Lo difícil de todo esto, digo yo, es saber cómo masca la iguana en este asunto del estrógeno y la testosterona, porque uno no va ahí por el mundo preguntándole a las chicas que le gustan: "Eit, ¿cómo andas de estrógeno...? o me imagino que Lady Gaga tampoco anda cuestionándole a los galanes qué ondas con la testosterona, ¿no?

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¿La clave del éxito en una relación?

Según la neuropsicóloga Ortigue, el área del cerebro que se encuentra sobre la oreja izquierda juega un papel crucial en el proceso de enamoramiento, pues allí se forma la imagen que la persona tiene de sí misma.

"Si alguien tiene baja autoestima o algún tipo de distorsión en cómo se percibe, probablemente terminará envuelta en relaciones amorosas negativas. Desórdenes como la anorexia, por ejemplo, reflejan como la persona maneja sus relaciones sentimentales. Por eso, quienes se quejan de no poder encontrar a su 'media naranja' deberían trabajar para mejorar lo que creen de sí mismas".

La psicóloga también comenta que el éxito de una relación amorosa tiene mucho que ver con la conexión íntima –no sexual necesariamente- y personal que se comparte.

"Cuando sientes que tu pareja te complementa y te hace ser una mejor persona, el amor crece. Pero en el momento en que crees que ya no puedes aprender más de él/ella, o piensas que ya sabes todo lo que tiene que ver con ese individuo, pierdes interés".

Y eso puede conducir a la infidelidad. "Buscas entonces a alguien que empiece a preguntar cosas interesantes de ti y viceversa. Te sientes atraído hacia esa persona, pero es un truco de tu cerebro porque en realidad tu motivación es seguir creciendo personalmente", indica Ortigue.

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Cuando las cosas no salen bien…

La rabia, el dolor y el aislamiento se apoderan del individuo cuándo se siente traicionado porque pierde una parte de sí mismo.

"Fuimos diseñados para establecer lazos y es muy hiriente que estos se rompan porque la persona en quien confiaste y en quien creíste te falló", dice a este lento y amoroso animal que soy, que siempre he sido, John Cacioppo, director del Centro para la Neurociencia Cognitiva y Social de la Universidad de Chicago en EE.UU., quien durante 20 años ha estudiado los efectos de la soledad, las relaciones interpersonales y otras chaquetas.

Es entonces que en el cerebro se activan las áreas del dolor, y las mismas zonas involucradas en el dolor físico se manifiestan cuando la persona experimenta dolor emocional o social.

"Cuando la persona se siente sola –física o emocionalmente- se deprime, sufre de insomnio, se estresa, puede experimentar un aumento en su presión sanguínea y afectar la respuesta de su sistema inmunológico. En el largo plazo puede incluso afectar su capacidad cognitiva".

El proceso es muy similar cuando las personas son rechazadas o cuando se separan. Estudios realizados sobre el tema indican que las mismas áreas del cerebro que se activan cuando la persona se enamora, y que generan adicción y ansías desesperadas de estar con alguien, muestran actividad.

Esto quiere decir que, además del dolor que genera la situación, el sujeto sigue sintiendo una intensa fijación por quien no le corresponde.

"Las sensaciones que se experimentan en esos casos son muy fuertes y no desaparecen con rapidez. Las personas están heridas y quieren herir a otros, por eso no es nada agradable estar cerca de ellas. Los individuos se deprimen y se aíslan, y eso se vuelve contagioso", explica Cacioppo.

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Del Australopithecus al siglo XXI

Todos estos procesos mentales y emocionales ocurren inconscientemente. Los síntomas que la gente experimenta obedecen a que el cerebro se pone en estado de alerta porque se siente amenazado.

"Para nuestros ancestros, el peligro estaba en que solos no podían sobrevivir al ataque de depredadores en medio de la selva en la noche, por ejemplo. Por eso el cerebro desarrolló sistemas de protección como la imposibilidad de dormir corrido y profundo. Estos mecanismos permanecen en el cerebro en la actualidad, sólo que se activan por otras razones, como la soledad", afirma Cacioppo.

Fisher coincide con lo que ambos describen como "tiempo evolutivo". "El proceso mental que se activa cuando una persona se enamora es extremadamente poderoso, evolucionó hace millones de años y es importante porque permite que el individuo concentre sus energías en la pareja de apareamiento más conveniente".

La antropóloga señala que la prueba de que nuestro comportamiento actual es como el de nuestros ancestros es que las áreas que se activan cuando una persona se siente atraída hacia otra están debajo de la corteza cerebral más reciente que desarrolló el ser humano y es una de las más profundas en el cerebro.

Ambos especialistas señalan que, además, los procesos que han estudiado y les han permitido llegar a estas conclusiones están presentes en otros mamíferos.

Después de todo esto, al parecer en el amor hay mucha más ciencia de lo que se piensa...

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Para celebrar la imbecilidad transitoria...

Para seguir con el tema amoroso y la ciencia, recuerdo las palabras de un buen amigo de la infancia que hoy es químico —como también lo dice y lo es Francisco Muñoz de la Peña Castrillo—: los poetas nos han deleitado cantando al más maravilloso de los sentimientos desde todos los ángulos y con infinitos matices, pero los químicos también tenemos cosas que decir al respecto, quizás menos seductoras pero no por ello menos importantes.

¿Por qué nos enamoramos de una determinada persona y no de otra; o sea, porqué de Juana y no de Chana?

Innumerables investigaciones psicológicas demuestran lo decisivo de los recuerdos infantiles —conscientes e inconscientes—. La llamada teoría de la correspondencia puede resumirse en la frase: "Cada cual busca la pareja que cree merecer...” o dicho en términos más acá, “Nunca falta un roto para un descosido...”

Parece ser que antes de que una persona se fije en otra ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra.

El sexólogo John Money considera que los niños desarrollan esos mapas entre los 5 y 8 años de edad como resultado de asociaciones con miembros de su familia, con amigos, con experiencias y hechos fortuitos, entre los cuales —por favor— no se incluyen ni al Padre Maciel ni a ningún bastardo de esos con sotana...

Así, pues, antes de que el verdadero amor llame a nuestra puerta, el sujeto ya ha elaborado los rasgos esenciales de la persona ideal a quien amar.

La química del amor es una expresión acertada.

En la cascada de reacciones emocionales hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida, y ellas son las que explican buena parte de los signos del enamoramiento.

Cuando encontramos a la persona deseada se dispara la señal de alarma, nuestro organismo entra entonces en ebullición. A través del sistema nervioso, el hipotálamo envía mensajes a las diferentes glándulas del cuerpo ordenando a las glándulas suprarrenales que aumenten inmediatamente la producción de adrenalina y noradrenalina (neurotransmisores que comunican entre sí a las células nerviosas).

Sus efectos se hacen notar al instante:

El corazón late más deprisa (130 pulsaciones por minuto).

La presión arterial sistólica (lo que conocemos como máxima) sube.

Se liberan grasas y azúcares para aumentar la capacidad muscular.

Se generan más glóbulos rojos a fin de mejorar el transporte de oxígeno por la corriente sanguínea.

Y, en general, las personas cometen más pendejadas que de costumbre y andan así como adormilados y sin hambre.

Quizá por ello, el comediógrafo griego Antífanes (que respiró entre los años 388 al 311 antes de Cristósomo) decía: “Hay dos cosas que el hombre no puede ocultar: que está borracho y que está enamorado”.

Pues sí: Los síntomas del enamoramiento que muchas personas hemos percibido alguna vez, si hemos sido afortunados, son el resultado de complejas reacciones químicas del organismo que nos hacen a todos sentir casi lo mismo, aunque a nuestro amor lo sintamos como único en el mundo.

Ese estado de "imbecilidad transitoria" —en palabras de Ortega y Gasset, que en algunos se queda como signo de vida, aunque rompa con el amor de su vida, no se puede mantener bioquímicamente por mucho tiempo.

No hay duda: el amor es una enfermedad. Tiene su propio rosario de pensamientos obsesivos y su propio ámbito de acción. Si en la cirrosis es el hígado, los padecimientos y goces del amor se esconden, irónicamente, en esa ingente telaraña de nudos y filamentos que llamamos sistema nervioso autónomo.

En ese sistema, todo es impulso y oleaje químico. Aquí se asientan el miedo, el orgullo, los celos, el ardor y, por supuesto, el enamoramiento.

A través de nervios microscópicos, los impulsos se transmiten a todos los capilares, folículos pilosos y glándulas sudoríparas del cuerpo. El suave músculo intestinal, las glándulas lacrimales, la vejiga y los genitales, el organismo entero está sometido al bombardeo que parte de este arco vibrante de nudos y cuerdas.

Las órdenes se suceden a velocidades de vértigo: ¡Constricción!, ¡dilatación!, ¡secreción!, (en el caso de los varones) ¡erección! Todo es urgente, efervescente, impelente... Aquí no manda el intelecto ni la fuerza de voluntad. Es el reino del siento-luego-existo, de la carne, las atracciones y repulsiones primarias..., el territorio donde la razón es una intrusa.

Hace apenas 13 años que se planteó el estudio del amor como un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral, pasa a las neuronas y de allí al sistema endocrino, dando lugar a respuestas fisiológicas intensas.

El verdadero enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la feniletilamina, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas.

Al inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro; es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer), norepinefrina y oxiticina (además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, parece ser además un mensajero químico del deseo sexual), y comienza el trabajo de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado.

Estos compuestos combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño.

El affair de la feniletilamina con el amor se inició con la teoría propuesta por los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz, del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, que sugirieron que el cerebro de una persona enamorada contenía grandes cantidades de feniletilamina y que sería la responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando estamos enamorados.

Sospecharon de su existencia mientras realizaban un estudio con pacientes aquejados "de mal de amor", una depresión psíquica causada por una desilusión amorosa. Les llamó la atención la compulsiva tendencia de estas personas a devorar grandes cantidades de chocolate, un alimento especialmente rico en feniletilamina, por lo que dedujeron que su adicción debía ser una especie de automedicación para combatir el síndrome de abstinencia causado por la falta de esa sustancia. Según su hipótesis, el llamado centro de placer del cerebro comienza a producir feniletilamina a gran escala y así es como perdemos la cabeza, vemos el mundo de color de rosa y nos sentimos flotando. A veces, hasta escribimos poemas bucólicos.

Es decir las anfetaminas naturales te ponen a cien.

Decíamos ayer —a la mejor manera de Fray Luis de León— que la actividad de este estado amoroso que los químicos y algunas mamás muy estrictas denominan pendejez del corazón, perdura de 2 a 3 años, incluso a veces más, pero al final la atracción bioquímica decae.

La fase de atracción no dura para siempre. La pareja, entonces, se encuentra ante una dicotomía: separarse o habituarse a manifestaciones más tibias de amor o desamor, según sea el caso —compañerismo, afecto y tolerancia—.

Con el tiempo, el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas sustancias y toda la locura de la pasión se desvanece gradualmente, la fase de atracción no dura para siempre y comienza entonces una segunda fase que podemos denominar de pertenencia dando paso a un amor más sosegado. Se trata de un sentimiento de seguridad, comodidad y paz.

Dicho estado está asociado a otra ducha química. En este caso son las endorfinas -compuestos químicos naturales de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos- los que confieren la sensación común de seguridad comenzando una nueva etapa, la del apego.

Por ello se sufre tanto al perder al ser querido: dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos.

Para conservar la pareja es necesario buscar mecanismos socioculturales (grata convivencia, costumbre, intereses mutuos, etcétera), hemos de luchar por que el proceso deje de ser solo químico. Si no se han establecido ligazones de intereses comunes y empatía, la pareja, tras el resbalón pasional, se sentirá cada vez menos enamorada y por ahí llegará la insatisfacción, la frustración, separación e, incluso, el odio.

Parece que tienen mayor poder estimulante los sentimientos y las emociones que las simples substancias por sí mismas, aquellos sí que pueden activar la alquimia y no al sentido contrario.

Un estudio alemán ha analizado las consecuencias del beso matutino, ése que se dan los cónyuges al despedirse cuando se van a trabajar: Los hombres que besan a sus esposas por la mañana pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de tráfico, ganan de un 20% a un 30% más y viven unos ¡cinco años más!

Para Arthur Sazbo, uno de los científicos autores del estudio, la explicación es sencilla: "Los que salen de casa dando un beso empiezan el día con una actitud más positiva".

Es cierto, no podemos negarlo, es un hecho científico que existe una química interna que se relaciona con nuestras emociones y sentimientos, con nuestro comportamiento, ya que hasta el más sublime está conectado a la producción de alguna hormona.

No hay una causa y un efecto en la conducta sexual, sino eventos físicos, químicos, psíquicos, afectivos y comunicacionales que se conectan de algún modo, que interactúan y se afectan unos a otros.

Existe, sí, una alquimia sexual, pero se relaciona íntimamente con los significados que le damos a los estímulos, y éstos con el poder que les ha concedido una cultura que, a su vez, serán interpretados por cada uno que los vive de acuerdo con sus recursos personales y su historia. Esperemos que estos estudios en un futuro nos conduzcan a descubrir aplicaciones farmacológicas para aliviar las penas de amor.

Y, bueno, ojalá que después de haber leído este rollón, no le digan a su pareja luego de salvaje chaka-chaka con ojos de animal satisfecho: "Como respuesta a las señales del hipotálamo, he tenido una sensación sumamente agradable producto del aumento de testosterona y la disminución consiguiente de serotonina", porque —para decirlo en términos escatológicos— hasta ahí se acabarán las Navidades y comenzará una casi eterna Cuaresma, de pura abstinencia...

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domingo, 13 de febrero de 2011

El amor es una manifestación periférica del cerebro...

Lo leí y también lo escuché:

“El amor no es asunto del corazón, sino del cerebro”. Así fue. Ni más ni menos.

Y fría, como la nalga derecha de un pingüino, sonó la afirmación de Herminia Pasantes Ordóñez, investigadora del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.

Y es que de acuerdo con un estudio de la Universidad de Siracusa, de Nueva York, en el órgano encefálico se activan 12 zonas y se desencadena una serie de reacciones químicas cuando una persona se enamora.

“La sudoración, sentir mariposas en el estómago y los celos —tienen un origen neuronal, señala Pasantes Ordóñez—. De entrada, no existe el amor a primera vista y el llamado ‘flechazo’ responde a la segregación de dopamina en el cerebro, y requiere tan solo de 0.5 segundos. Conforme pasa el tiempo de enamoramiento se incrementa esta sustancia en la corteza cerebral a partir del sistema límbico”, dice.

“Se requiere de tiempo para que el órgano valore lo que el ojo ve, lo que el oído escucha y lo que se toca. En estas sensaciones también influyen los recuerdos y experiencias vividas”, señala la investigadora.

Las palabras de la catedrática se fundamentan en estudios realizados por Helen Fisher, investigadora del Departamento de Antropología de la Universidad de Rutgers, a un grupo de 200 personas, quienes descubrieron la importancia fundamental de los factores biológicos y hormonales de las substancias químicas en el proceso de amar.

Por su parte, Eduardo Calixto González, neurólogo del Instituto Nacional de Psiquiatría, señala que el período de enamoramiento no es eterno, perdura de 2 a 3 años, incluso a veces más, pero al final la atracción bioquímica decae. “Con el tiempo el organismo se hace resistente a los efectos de estas sustancias”.

Joaquín Sabina lo dice de manera más musical en su canción “Amores eternos”: Con ella descubrí que hay amores eternos que duran lo que dura un corto invierno...

Sé de parejas que han vivido esos amores eternos que al final del verano se han estropeado sin remedio, poniendo fin a la temporada de lo que los románticos y Juan Gabriel llaman así: amor eterno.

Alguna vez, con mi queridísima amiga Karla, en una bizantina pero ontológica discusión, en el marco de una reunión de archivos históricos en Pachuca, llegamos a la conclusión de que el amor es una manifestación periférica del cerebro, sumándonos de lleno a lo dicho por el doctor René Drucker, quien lo había dicho primero que nosotros.

En fin, después de esos dos o tres años es cuando comienza una segunda fase, donde están presentes las endorfinas de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos; “los que confieren la sensación común de seguridad, comodidad y paz, dando lugar a la etapa del apego. El verdadero amor se alcanza tras un período de cuatro años de relación”.

La química también interviene en la atracción sexual.

El cerebro envía una señal a la hipófisis, provocando la liberación de hormonas, estrógenos y progesterona. En consecuencia, la respiración aumenta 30 ciclos por minuto. En tanto, el ritmo cardíaco aumenta hasta 100 pulsaciones por minuto.

¿Y en todo esto qué tiene qué ver el 14 de febrero?

Nada, sólo la oportunidad de hacer negocio... o de poner a funcionar el cerebro y la química... dependiendo en qué lado de la mesa de la vida esté, amigo lector...

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viernes, 11 de febrero de 2011

El maltrato de muchas mujeres...

La fotógrafa sudafricana Jodi Bieber ganó hoy el certamen World Press Photo por una fotografía de Bibi Aisha, una mujer afgana de 18 años a la que le fueron amputadas la nariz y las orejas por no obedecer a su marido.

Los jueces consideraron la fotografía, que fue portada el pasado agosto de la revista Time, como un icono que refleja la situación de maltrato de muchas mujeres en el mundo.

La propia Bieber ha declarado al World Press Photo tras conocer su premio que cuánto tuvo que "luchar" para que se publicase su fotografía.

"Estamos acostumbrados a ver mujeres en las portadas de las revistas pero esta es diferente", ha señalado la fotógrafa, que realizó el retrato de Aisha en un centro de mujeres maltratadas en Afgansitán.

La protagonista de la instantánea ganadora fue rescatada por unos cooperantes estadounidenses e intervenida con cirugía reparadora en Estados Unidos, donde ahora vive.

La fotografía ha sido elegida entre un total de 108 mil 59 que optaban a los premios más prestigiosos del fotoperiodismo mundial.

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miércoles, 9 de febrero de 2011

Ni tanto que queme al santo...

Conferencia de Prensa de Carmen Aristegui, 9 de febrero de 2011

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Muy bueno días amigos ciudadanos, colegas y periodistas

Me permitiré dar lectura a un texto que he escrito para asumir una postura pública sobre mi despedida del noticiero matutino de Noticias MVS ocurrida este fin de semana, asunto que ha generado múltiples muestras de solidaridad que desde aquí agradezco. Este es un suceso que, si bien afecta la vida profesional y laboral de un grupo de personas, entre las que me incluyo, tiene una trascendencia mayor a ese mero alcance limitado.

Sobre lo que quiero pronunciarme es sobre el alcance mayor de este evento que impacta de maneras diversas a la sociedad mexicana. Una sociedad que en estos días y horas ha dado muestras de determinación y capacidad de respuesta frente a un hecho que agravia y que lesiona sus derechos fundamentales. La vigorosa, fuerte y decidida voz de miles de personas en las redes sociales –Twitter, Facebook-, otras modalidades y las manifestaciones en las calles son, en sí mismas, un gran acontecimiento. La gran noticia de que estamos vivos. De que los mexicanos a pesar de la espiral de violencia, muerte y horror que nos acompaña todos los días estamos aquí para reconocernos en el espejo y luchar por un México mejor.

Agradezco todas estas expresiones y celebro aquí, entusiasmada su existencia y el signo vital que las acompaña. Abrazo a quienes en todos los tonos y con diferentes lenguajes se han manifestado en contra de lo que es a todas luces un hecho autoritario, desmedido e inaceptable. Un hecho así, sólo es imaginable en las dictaduras que nadie desea para México. Castigar por opinar o por cuestionar a los gobernantes.

El tema nos pega a todos. No sólo nos afecta a nosotros como profesionales, y a los ciudadanos a los que se les quita un espacio, se afecta también a este medio de comunicación y al grupo empresarial que desarrolla diversas actividades productivas a favor del país.

Este grupo está encabezado por una familia a quien estimo y valoro. Fundada por uno de los hombres más queridos y respetados de industria como fue Don Joaquín Vargas Gómez. Lamento sinceramente que sus nombres estén siendo acribillados con insultos en las redes sociales por la decisión tomada.

El pasado viernes 4 de febrero, en mi libre derecho a la expresión formulé un comentario editorial que aludía a un incontrovertible hecho noticioso. A raíz de lo ocurrido en la Cámara de Diputados el día anterior, cuando un grupo de legisladores exhibió una manta con la foto de Felipe Calderón con los ojos enrojecidos en la que se leía: “¿Tú dejarías a un borracho conducir tu auto? ¿No, Verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir el país? , naturalmente se produjo una gran rispidez que orilló a suspender la sesión en el recinto legislativo.

Había ahí ya una historia que contar a nuestras audiencias. Mi compañero Omar Aguilar presentó con gran profesionalismo ese hecho noticioso con pulcritud, con claridad y con suficiencia, jamás ocultó ni la manta, ni el contenido de la manta, ni a los autores de la manta, ni truqueo nada para que televidentes y radioescuchas no se enteraran de lo que decía la manta. No trampeó a nadie y presentó al público, como el público merecía, todas las expresiones que en diferentes sentidos se emitieron al respecto. Nuestro auditorio quedó perfectamente informado del acontecimiento y con elementos suficientes para hacer su propia valoración.

La información presentada me sirvió a mí de base para formular el citado comentario editorial: “Dejemos a un lado la caricatura, tomemos el asunto con seriedad”, e hice algunas otras consideraciones, terminé con un cuestionamiento formal a las autoridades: “¿Tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?”

Yo no tengo manera de corroborarlo pero, si fuera el caso, sería algo delicado que debiéramos saber. No hay nada de ofensivo en la interrogante, especialmente si se trata de algo que, de existir, afectaría por su naturaleza la toma de decisiones que impactan en todo momento a millones de personas en el país.

El comentario editorial cerraba diciendo que el tema –y dada su exposición pública a través de la manta de los legisladores – merecía una respuesta sería, formal y oficial de la propia Presidencia de la República.

La Presidencia no respondió a la periodista, de inmediato exigió a los dueños –que no a la periodista- una disculpa pública inmediata por tremenda osadía.

Demostró con ello un grado de irritabilidad e intolerancia que por sí mismas hablan de algún tipo de problemática, que por supuesto, también deben ser analizadas.

Reconozco que el cuestionamiento era duro, pero de ningún modo injurioso o difamatorio, tampoco se transgredía en ningún punto al código de ética que ha sido aludido. Era simple y llanamente la formulación de una pregunta válida. Pregunta hecha por una periodista cuya intención quedaba perfectamente delimitada.

El estado de salud y grado de equilibrio de un mandatario, por supuesto que es un asunto de claro interés público. La sociedad mexicana tiene derecho a saber con certeza, sin ofensas, sin caricaturizaciones sobre las condiciones de salud de quien ha tomado y seguirá tomando todos los días decisiones gravísimas que impactan sobre el destino de una nación. Y vaya que sí ha impactado el destino de la nación las decisiones tomadas desde Los Pinos en este sexenio.

El motivo de mi despido, se dijo, fue haberme negado a ofrecer una disculpa y transgredir el código de ética, cosa que es falsa y se convirtió sólo en una coartada. En este momento no sólo no rectifico, ni me disculpo, porque no hay nada que disculpar; por el contrario, ratifico la pertinencia de que la presidencia de la República se manifieste al respecto.

Lamento si personalmente que el presidente y su familia se hayan sentido ofendidos por el cuestionamiento. No hay en la formulación de mi pregunta ninguna intención o ánimo de ofender. Lamento que ellos se sientan ofendidos, pero aún así, la pregunta sigue vigente.

El ejercicio del poder hace que las figuras públicas sean sujetas de escrutinios e interrogantes a los que no estarían sujetas otras personas por razón, precisamente, de sus responsabilidades y del impacto de sus decisiones. En una democracia esto forma parte del juego.

¿No tuvo Bill Clinton que hablar del semen depositado en el vestido azul de una muchacha ante una audiencia de millones de personas? ¿No acaso el estado de salud de Dylma Roussef fue motivo de debate público antes de llegar a ser la presidenta de Brasil? ¿Acaso no son las francachelas y excesos de Silvio Berlusconi materia del debate nacional? ¿Por qué en México los empresarios de los medios pueden ser sometidos a presiones indebidas para que silencien a sus comunicadores? ¿Por qué la sociedad mexicana se tiene que conformar con una sola visión de las cosas? ¿Por qué fatalmente tenemos que vivir con la existencia de un duopolio televisivo que no sólo envilece las pantallas con programas denigrantes y nocivos como los de reciente estreno, sino que es ya en sí mismo un poder que ha dañado la vida democrática nacional?

¿Por qué México está entrampado en una espiral de degradación e infamia sin que hagamos nada al respecto? ¿Por qué seguimos dejándolos conducir de esta manera al país?

¿Qué clase de democracia es esta que por un comentario editorial, que irritó al gobernante, se le corta la cabeza a quien opinó? ¿Por qué desde el poder político pueden llevar las cosas al extremo, escalando el conflicto, deliberadamente, hasta lograr hacerle las cosas imposibles tanto al empresario como al periodista ocasionando la ruptura?

La pregunta es: ¿Cómo es que pudieron elevar, desde Los Pinos, el grado de exigencia pidiendo casi la humillación por un hecho absolutamente sobredimensionado? ¿Cómo es que a un empresario a quien tenemos como decente lo llevaron a comportarse de esta manera? ¿Cómo pudieron lograr que se sintiera obligado a tal punto como para exigirme la lectura de una carta –obviamente no escrita por mí, en términos que me eran ajenos y que por supuesto no empataban con lo que dicta mi conciencia- para calmar la ira presidencial?

Una exigencia de la lectura indigna de esa carta que quien me lo formuló sabía de antemano que yo la rechazaría. Se llegó a ese extremo por el grado de vulnerabilidad en el que quedan quienes tienen negocios o concesiones en el mundo de las telecomunicaciones y los medios de comunicación. En este caso hay un conjunto de concesiones en juego y la resolución final sobre lo que pase con ellas se encuentra en el cajón del presidente.

Lo que debería ser técnico, jurídico y legal, en realidad es un asunto político y discrecional. La aprobación que ha pasado por todos los filtros legales y técnicos está sujeta a los poderes dominantes en las telecomunicaciones cuyo poder desmedido impide la entrada de nuevos competidores y a los que existen les hace la vida imposible.

Persiste hasta nuestros días, un elemento que condiciona y distorsiona la relación de los medios con el gobierno que es la discrecionalidad política en la toma de decisiones en materia de refrendo y otorgamiento de concesiones en el ámbito de las telecomunicaciones. Es esta una de las razones fundamentales por las cuales en México no se despliega a plenitud un derecho fundamental como la libertad de expresión.

Asuntos que deberían resolverse con la mayor certidumbre jurídica, en materia de plazos, planes de cobertura, plan de negocios y de inversión, terminan siendo asuntos de decisión política y no de las áreas técnicas en la materia. Es el caso de las concesiones que en la banda de 2.5 GHz tienen varios operadores en el país del que MVS Comunicaciones posee la mayoría de ellas.

No obstante haber desahogado todos los requerimientos técnicos en materia de competencia, y de la opinión favorable de algunos comisionados de la Cofetel, de la opinión favorable de la Cofeco, y de tener a la espera –con riesgo de perderlas- cantidades millonarias de inversionistas nacionales y extranjeros a pesar de tener todo en regla y un mercado demandante.

Inexplicablemente, la decisión se ha retrasado por cinco años. Teniendo todo en regla, no hay razón técnica, jurídica, ni económica que hoy no este satisfecha. La única razón que hoy impide a MVS Comunicaciones desplegar una red nacional de ancho de banda para Internet que compita con los grandes conglomerados es total y absolutamente política.

Se coloca como una espada de Damocles en la vieja tesis autoritaria de la zanahoria y el garrote: Te portas bien, te refrendo la concesión. Te portas mal, te la niego. Este es el ambiente de presión en el que se desenvuelve la relación no sólo de concesionarios con el gobierno, sino es el ambiente en el que se desenvuelve el trabajo y el desempeño de cientos de profesionales en su relación con las empresas de comunicación.

Esa es la batalla diaria. En la medida en que los comunicadores y los empresarios batallan frente al gobierno, las audiencias ganan o pierden información. Lo más grotesco y paradójico es que los únicos beneficiados de esta herencia del viejo régimen son los grandes monopolios que ahora son capaces de mantener este diseño para evitar nuevos competidores.

Y aquí aparece de nueva cuenta la enorme responsabilidad de un poder legislativo que ha preferido el mantenimiento de reglas no escritas en lugar de una legislación moderna que de certidumbre jurídica a los empresarios, que tutele los derechos de los periodistas y garantice el acceso a la información de todos los ciudadanos.

Agradezco desde aquí el debate y los pronunciamientos que desde el Congreso se hicieron ayer por parte de los legisladores sobre el caso de nuestra despedida del noticiario; sin embargo, no sirve mucho a la democratización de los medios de comunicación condenar la censura por un hecho como este, al mismo tiempo que se coexiste con leyes que podrían y deberían ser modificadas en beneficio de toda la población y no de unos cuantos.

Sobre este ambiente de presión del gobierno hacia algunas empresas de comunicación actúa un fenómeno aún más grave que el antiguo control estatal sobre los medios. Se trata del debilitamiento del Estado y de sus instituciones por virtud de una supeditación política que parte desde el presidente de la República, atraviesa las Cámaras, amplias franjas del Poder Judicial, órganos reguladores a manos de nuevos poderes informales o fácticos que han logrado imponer su lógica de chantaje e intimidación, que los ha llevado a niveles de audacia y en un cálculo de poder, para sustituir –por lo menos parcialmente a poderes de la República.

Ahí está, por ejemplo, una tele bancada en el Congreso, algunos sujetos reguladores capturadas por sus regulados, como en el Congreso, algunos sujetos reguladores capturadas por sus regulados. Como nunca en la historia del Estado mexicano se han dejado crecer a estos poderes en México que han llegado al punto. A la osadía diría yo de querer también apropiarse de la propia presidencia de la República. De otra manera no se explicaría la multimillonaria inversión que han hecho de construirle una candidatura presidencial al gobernador mexiquense.

El trasfondo de lo sucedido en nuestro caso y que ha generado todas estas reacciones tiene que ver, precisamente, con este clima. Por esa razón es que una empresa decide, en sentido contrario a sus intereses, cancelar en el momento de mayor expansión, de mayor prestigio, de mayor influencia, un espacio de información crítica, de debate y opinión que ha sido valorado por anunciantes y audiencias. Por eso toma una decisión suicida.

Como tantas obras esta es una empresa sometida indebidamente a una presión incompatible con un régimen democrático y de Estado de Derecho. Mientras no cambiemos las estructuras que están en la base de esta relación insana, los espacios con influencia crítica se ven permanentemente hostilizados y en su conjunto los medios de comunicación terminan por estandarizar o uniformar sus coberturas informativas. Se achata la libre opinión, se merma el debate y se inhibe la conducta crítica. Eso daña seriamente la democracia y, por supuesto, los derechos fundamentales de las y los ciudadanos de este país.

¿Y bueno, me dirán, ahora que hacemos con lo sucedido? Aceptamos lo sucedido que no le viene bien a nadie u optamos por la ética de la responsabilidad y buscamos un camino? Sin claudicar pero sin exigir que el otro se arrodille.

Joaquín Vargas sabe perfectamente que yo no infringí ningún código de ética, sabe lo que sucedió sabe que fue un coartada, sabe, porque las sufre todos los días, de las razones verdaderas que están detrás de la decisión que está a punto de costarnos la cabeza, y digo a punto porque voy a plantearle una salida, digna, decorosa e inteligente. Ya sabrá si la toma.

Joaquín sabe como pocos de lo que yo estoy hablando, le digo a MVS que no le demos el gusto a los que saborean este fracaso.

Lo sucedido entre el viernes y el fin de semana entre Los Pinos, nuestras oficinas, no sé si también otras- La Destilería y el Meridien es algo que no se merece nadie, que nos daña a todos, y que para lo único que va a servir es para el desahogo absurdo de un berrinche presidencial y para beneplácito de los que prefieren que nadie compita, que nadie cuestione o que se cuestione poquito.

No se lo merece un grupo de profesionales que estaba haciendo su trabajo que se ve brutalmente interrumpido, No se lo merecen, por supuesto las audiencias, nos e lo merecen la familia Vargas porque han sido colocados en una disyuntiva perversa en donde tienen que calibrar como grupo empresarial que les cuesta más frente al gobierno y poderes que lo presionan: si la cabeza de Aristegui o la banda de los 2.5 gigahertz. No se lo merece el país.

La Asociación Mexicana de Derecho a la Información, a la que pertenezco y que preside el maestro Raúl Trejo Delarbre ha dicho que la salida nuestra del aire es una pésima noticia para la sociedad mexicana. La decisión tomada es desafortunada para todos. “Pierde MVS, cuya independencia editorial queda en entredicho debido a la suspensión de este espacio; pierde la periodista y su amplia audiencia. Pierde la Presidencia de la República, de donde surgieron las exigencias para que Carmen Aristegui se disculpara por el comentario que hizo el viernes 4 de febrero”.

AMEDI exigió a la presidencia “que con hechos, y específicamente en este caso, garantice el derecho a la libertad de expresión, así como el derecho de los ciudadanos a la información”. Solicitó a MVS “que reconsidere el despido de Aristegui”. Y es exactamente lo mismo que solicito yo a ellos ahora desde aquí.

El país no está más para seguir perdiendo los espacios que hemos ganado; el país no está para que se nos sigan regateando los derechos que nos pertenecen. México atraviesa por un momento crítico, el nivel de descomposición, de violencia y de debilitamiento institucional es profundamente grave, como para quedarse parado, No nos puede ganar el pasmo cuando el futuro de México se ha ensombrecido. Nos necesitamos informados, en alerta, críticos, no nos podemos dar el lujo de tirar por la borda lo ganado ¿A cuenta de que lo justificaríamos?

Nuestra transición democrática ha adquirido un cariz trágico. Los niveles de violencia, de descomposición y de degradación de la vida pública están llegando a niveles de escándalo. La clase política mexicana que no ha estado a la altura de los retos y desafíos nacionales parece no darse cuenta del avance de estos nuevos fenómenos de poder que la han carcomido y debilitado como nunca antes. ¿Dejamos que sigan avanzando sin contraponer una fuerza social que, por lo menos los identifique, los discuta y los analice?

¿Nos quedamos a la sombra de políticos sometidos a intereses particulares porque antes que gobernar bien, hay que salir en la tele, o de gobernantes timoratos e irresponsables que lejos de atemperar concentraciones monopólicas, las han hecho crecer más creando monstruos de poder que los tienen sometidos y frente a los cuales no se atreven a dar ni un paso.

Esta mañana hago un llamado para revertir los efectos de este hecho ominoso. Yo tiendo la mano y escucho a los que están en la calle y me dice “tienes que regresar”. Estoy dispuesta a regresar al aire este próximo lunes, siempre y cuando se cumpla una condición básica y única: Que MVS anuncie que retira de forma oficial el comunicado emitido junto con mi salida en el cual afirma falsamente que “transgredí nuestro código de ética y que promoví la difusión de rumores como noticias”.

Como consecuencia de ello pido que se publique otro comunicado oficial de la empresa en donde la valoración sobre mi integridad ética que pretendieron dejar en entredicho quede resarcida.

Si MVS acepta hacerlo se reconocerá tácitamente la naturaleza real de lo sucedido. Eso sería suficiente.

Joaquín lo sabe muy bien. Mi integridad profesional y ética nunca estivo en entredicho realmente, que fue una coartada para tomar una decisión que le imponían, que el verdadero problema está en otro lado. Regresemos al aire y quedará evidenciado.

La Presidencia tendrá que hacer una valoración de lo sucedido. Serenamente. Sin odios. Con la seriedad que implica tomar decisiones a nombre de los otros, y aceptando, aunque no agrade, que los ciudadanos y los periodistas tenemos derecho a preguntar, inquirir y criticar sobre lo que juzguemos pertinente.

Estoy aquí para hacer este llamado, para revertir un hecho ominoso como el que sucedió, de manera digna, decorosa e inteligente, apostando por la verdad pero sin romper lo construido.

Mi estimado amigo Jorge Ramos escribió un texto magnífico que tituló “El derecho a preguntar”, recordaba ahí a la maestra Oriana Falacci quien decía que no debía existir ninguna pregunta prohibida. Todo se puede preguntar, con mayor razón si se trata de preguntarle a gente con poder.

Jorge contaba también de una entrevista realizada al presidente Vicente Fox, había interrogantes en el ambiente de por qué aparecía desanimado, sin ímpetu, sin grandes propuestas. El periodista le preguntó al mandatario, sin alimentar rumores: “¿Toma Prozac?” Fox miró al periodista y contestó simplemente: “No”. Por supuesto no le gustó la pregunta, pero la contestó. Tal como escribió Ramos: No hay pregunta prohibida. No hay pregunta tonta. Y cuando surge la oportunidad hay que hacerla, aunque sea la última vez.

A partir de aquí cierro mi comentario, no agregaría más porque el planteamiento esta formulado y lo que resta es esperar la respuesta.

Gracias a todos y buenos días.

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